jueves, 6 de mayo de 2010

EL GUERRERO

En los albores del tiempo existió un guerrero de gran fama quien poseía una hermosa y ornamentada armadura. Cuando entraba en batalla, su brillo llamaba la atención despertando la codicia de sus enemigos. Quien lo venciera la obtendría junto a la gloria de haber matado a un temible contrincante

Un día se vio inmerso en desigual combate

Los enemigos caían bajo su espada, sus fuerzas flaqueaban. De la nada apareció un anciano ciego, con una armadura hecha en cañas de bambú y peleando a su lado los pusieron a todos en fuga

Invitó a su camarada a compartir la mesa del triunfo.

Se sentaron a disponer de la cena

Una atractiva y joven mujer se postró ante los pies del guerrero, presentando una enorme bandeja de plata con frutas, como tributo por la victoria

Sin mediar palabra, el ciego desenvainó su espada matando a la doncella, recibiendo a cambio una herida mortal de su anfitrión

La vanidad no te permite ver con claridad las cosas- susurro- y apartando las frutas le enseño la daga con que la doncella pensaba terminar con su vida

El orgullo domina tus actos, vives solo para alardear de tus conquistas.

Escucha tu voz interior.

Intento en vano detener la hemorragia

Despójate de aquello que condicione tu ser

Se incorporo lentamente marchándose como había llegado
Llorando arrojo al fuego su armadura. Trato de tomarla pero el calor de las llamas la consumía hasta que empezó a fundirse

Junto sus cosas y se interno el bosque de bambú.