martes, 5 de enero de 2010

EL MANZANO DEL EMPERADOR

En la casa de verano del emperador...



...crecía en el medio del patio, un manzano.

Que éste veneraba por sobre todas las cosas y obviamente tenían prohibido el usufructo de la manzana porque ese manzano le pertenecía


Cuando su poderío se fue desarrollando, mandó a embaldosar todo el patio salvo un metro cuadrado que dejó libre para su manzano



El manzano prosperaba y el emperador, eventualmente, consumía algunas manzanas


Pero les tenía prohibido terminantemente, que sus sirvientes se sirvieran de él manzana alguna



Con lo cual, el triste destino final de la manzana una vez madura, era estrellarse contra los baldosones del patio




y ser comida por los roedores nocturnos aunque algunos pájaros



Con el tiempo,



el emperador dejó ésta vida, el palacio de verano cayó en desuso y ya nadie se ocupó del manzano



Hasta que las huestes invasoras llegaron al manzano



y comieron de su fruto copiosamente aunque rompieron sus ramas.



En ese momento, recién en ese momento, el manzano fue feliz




"Muchas veces en la vida, nos pasamos cuidando y haciendo que
prosperen ciertas cosas que no vamos a poder utilizar.

Recién cuando estamos a punto de partir o partimos esas cosas dan su fruto".